No me queda otra más que quitarme el sombrero ante el fin de semana que se ha montado el amigo Manu y la crónica PRO PRO PRO que nos regala a los que disfrutamos leyendo las azañas de los amigos.
Muchas gracias por tu tiempo y por compartir todo esto con nosotros, espero esto sea un ejemplo para que más de uno nos animemos a compartir fotos y crónicas que hagan crecer el Blog, punto de encuetro de todas nuestras aventuras, gracias CRACK!!
Nota: Aunque parezca un "tochaco", merece la pena leerlo...
Hay veces en las que la fortuna no está del lado de los valientes. El pasado fin de semana se disputó el IRONTOUR de la Vila (Alicante), dentro de NO-DRAFTING-SERIES (NDS) de la Comunidad Valenciana, que se convirtió en un memorial por el fallecimiento de uno de los integrantes del club organizador de estos triatlones, Miguel Mencía (Menci), un triatleta joven.
La prueba pretendía romper con el esquema básico de cualquier triatlón, pero sin adulterar la esencia principal de nuestro deporte. Aceptando lo clásico, pero querían ir más lejos, y con ello ser los primeros. Los primeros en un formato que es probable que se reproduzca por más lugares. La idea: Dos triatlones en un fin de semana. Dos triatlones diferentes en distancias, en diferente formato. El primero, un tri-sprint (750/20/5), pero como normal no les encajaba, lo han hecho en contra-reloj individual, con salidas cada 30´´ (cada minuto los pro). El segundo, un olímpico, pero como lo normal no les encajaba, pues lo amplían en dureza y distancia (1875/58/10). La nueva distancia, la puesta. La dureza, pues al margen de ampliar las distancias, y de enfrentarse al nuevo triatlón cuando no han pasado 24 horas del primero, por el mismo precio, te regalan la subida a parte del puerto de la Aitana, categoría especial en las etapas de la Vuelta España. No sé si por esta dureza o por presupuesto –hay que pernoctar necesariamente-, el único “pero” en Irontour –desde mi punto de vista-, es el no poder haber alcanzado el cupo máximo previsto de 330 triatletas, quedándose en unos 200. Tengo muy claro que el año que viene no será así.
Antes de entrar en lo netamente deportivo, he de indicar dos puntos fundamentales para que una empresa como ésta resulte bien, la implicación de los Ayuntamientos, en especial el de La Vila, que para los triatletas y familiares propuso visitas guiadas por el centro del pueblo y por el Museo de Chocolate (dentro de Chocolates “Valor”). Y el trabajo a destajo de la gente del club triatlón de la Vila y sus voluntarios, en especial por parte de Toni Cervera. Si me crucé con él cinco o seis veces, jamás lo pude ver parado, y sí en la tarea incesante de atención a cada uno de los triatletas y de las tareas de organizador. Lo suyo fue durante el fin de semana un Ironman, tendiendo a Ultraman. (Dlirio, ve tomando nota para el nuestro)
En lo deportivo, como principiante (como todos los que acudimos a la cita), despertó opciones y “problemas” que no se habían dado hasta la fecha para un mismo fin de semana a la hora de hacer el macuto; llevar dos bicis o una (el que las tenga, no es mi caso), casco aero para la contra-reloj, sólo un casco para ambos tris, ruedas, mono,… Lo mejor, llevar toda la artillería, que en casos como los del vencedor final, Xavi Llobet, era como el baúl de los regalos que cualquiera pediría a los Reyes Magos; Cabra Argón con lenticular, casco aero, bici de carretera (casualmente también Argón???) con dos tipos de perfiles de rueda, dos manillares,…y a combinar. Y a pelear.
DÍA 1. Sprint contra-reloj individual. Con un mar transparente, “plato” y calentito, era el día perfecto para batir récords personales de velocidad en el primer sector. Tan calentito estaba (el mar, claro está) que se prohibió el uso del neopreno -también se hizo en Torre del Mar con el resultado de varias hipotermias, aquí no fue el caso). Pues otro punto de exclusividad, un día con neopreno y otro sin él. Otro punto para Toni Cervera, desde el principio lo tenía pensado (?).
El listado de salidas estaba publicado con antelación para ajustar comidas y tiempos de espera, comenzaron a las 15.30 hasta las 18h. Se salía desde unos 50 m en la playa, te marcan el famoso 5, 4, 3, 2, 1, fuera. Y sales pitando en un sprint terráqueo –también muy calentita la arena, que provocaba una carrera más rapidilla-. Viendo las estelas en el agua de los que salieron antes que tú, unas mejores que otras (el agua derivaba un poquito a derecha), das unos saltitos, sin chocar contra nadie, ni viceversa, apuras lo que consideras preciso con “delfines”, y tralarí, tralará,… así es un gustazo nadar. Con las buenas condiciones y (quizá) 30 ó 40 m menos de agua real, los tiempos fueron muy buenos. Yo tenía mi previsión, pero hice como 35-40 segundos menos del tiempo a priori objetivo.
Sales del agua, el “piií” del chip suena a los pocos 5 ó 6 m, en la arena, y aquí una larga transición hasta llegar a la bici. Transición larga pero muy rápida por no llevar el neopreno, y te enfrentas a los 20 km, sin drafting, por un circuito rompe-piernas, ratonero, y muy, muy, divertido (¿!). Traca, traca, traca, … pues otro segmento hecho.
Segunda transición, mientras que aún hay gente esperando su salida náutica y otros ya están en la meta, lo ves raro, pero el tránsito continuo hace que la gente y espectadores estén muy entretenidos. La carrera a pie consistía en 2 vueltas de 2,5kms, terminando la primera, pulserilla de goma amarilla, y apretando para terminar. Meta. Alegría. Necesariamente, hay que esperar para ver la clasificación a que terminen todos.
La participación, desde mi punto de vista, ha sido de un nivel muy alto. Popular y “Pro”. Está claro que a ésto yo no aporto nada, pero al margen de la presencia de Llobet o Iván Tejero, ambos seleccionados para el Campeonato de Europa con la selección española, el hecho de que los 90 ó 95 primeros cerraran el sprint en menos de 1.10, objetivamente, da muestra de poderío.
Vuelvo a la línea de meta. Ambiente genial en la meta. Nos contamos las batallitas de siempre, risas y bromas sobre lo que nos esperaba al día siguiente, aquí, es donde está la mayor peculiaridad y la más gratificante del gran invento del Irontour y de este club, hermanar a la gente. No terminamos en este momento con la llegada a meta, la primera carrera es solamente para que conozcas al personal, la prueba “buena” es la del domingo… La “fiesta de la pasta”, con los antecedentes de la carrera aún muy reciente, fue una auténtica prueba de resistencia (y cariño) por/para las familias. Es que no nos cansamos de hablar del tema; carreras, material, objetivos, IM, etc. Sin comentarios.
DÍA 2. Día radiante, mar calma y transparente, pero que poquitas ganas de currar. Se nota que ayer ya se estrujó uno. En el desayuno las mesas son largas para compartir, pues lo dicho; patatí, patatán, que si el casco, que si las perneras,… hermandad, todos del mismo club. Desayuné con mi padre, que ha disfrutado mucho en el viaje, Emilio, Quico, Patri (que al ganar la primera etapa en la categoría femenina portaba el mono amarillo de líder IRONTOUR) e Iván Tejero, todos del super equipo Aquaslava Servicom, y rival desde hace años de David Tiburón, batallitas que ya contará David. Terminamos y caminito para la playa. Hoy sí, con neopreno. Minuto de silencio por “Menci”. Bocinazo, y otra vez nadando. Ya no sólo y tranquilo, ahora en masa. Volver a la rutina de la masa es sencillo, más cuando cazas un par de manotazos. Una milla náutica, una vuelta saliendo en la orilla contraria a la arena, paso por el arco y vuelta,… Se va rápido con las condiciones descritas. Me hacia ilusión lo de salir a la playa para volver al mar,… pero que mal. Mareado, la tierra, retomar el ritmo… plin, plan, plin, hacer el delfín, nuevamente en la orilla… Neopreno fuera, mallote de TriArmilla, y zumbandillo con la bici, lo mío no es subir cuestas, voy tranquilo.
Flash-Back: al hacer en coche el circuito en bici me asusté por la subida, llegando a pensar en dejarlo –con boca pequeña, claro está-, se lo dije a mi coach, Super Rafa Morris y lacónico, como el gran Leónidas, me dijo “Tómatelo como el primer entrenamiento para la Titán”. Si es que Rafa tiene respuesta para todo. Teniendo pagada la inscripción titánica no quedaba opción, a entrenar cuestas.
Pues nada, pá-rriba/pá-rriba/pá-rriba. Agua y gel. Sudor. Me quedo sin agua. Paro, en el pueblo de Sella. Agua. Joder, más cuesta,…avituallamiento. Hago la “comprita” en el avituallamiento, y para abajo. El principio de lo que sube baja, al máximo. Al principio recuperando, comiendo y evitando los parches y lo descarnado de la carretera, después, a lo posible. Transición. Hay muchísimas bicis ya, casi todas (jejeje). Dejo la bici, y tres vueltitas exactas de running para los 10 kms. Me ducho en el único avituallamiento con botellas de agua, situado al inicio del circuito. Una vuelta, otra ducha embotellada, pulserita naranja. Otra vuelta, otra ducha, y pulserita verde. Última vuelta. Con buena cara me enfrento a los últimos 450-500m en un sprint extraño que hago por no superar las 4 horas, y ser sub-4 horas, en lugar de un deshonroso 4.00.01, el esfuerzo es análogo al que puede hacer Bolt por bajar una centésima uno de sus récords, por lo que cobrará una pasta, pero yo lo hago igual gratis. Es una relación extraña y peculiar la que tenemos con los tiempos. Ya estoy en meta por segunda vez en menos de 24 horas. Alegría, abrazos, saludos. No hay camiseta de Finisher, ya regalaron gorra (yo la usé en los 10kms), calcetines y camiseta.
Hay muchas cosas, todas agradables, de las que disfrutado en este puentecillo triatlético, pero tengo dos muy claras para el próximo año; el año que viene participaré en el 2º IRONTOUR, y que “Menci” estará muy satisfecho por lo hecho por organizadores, voluntarios y participantes.
2 comentarios:
Gracias por la crónica, te esperamos en el IRONTOUR TRIATLO LA VILA 2011!
Saludos
Toni Cervera
C.A. Triatló La Vila
ole, ese Manu...a Hierrrrrrro
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