Esa mañana tocaba reconocer otra vez el recorrido de bici, eso sí con dos nuevos componentes Servando y Mariola. Primero foto de familia con una Anita Obregón “Chico” pletórica, risas, muecas y demás para matar el gusanillo que nos rondaba la cabeza y el estomago.
La salida de Zúrich siempre ha estado marcada por los semáforos, un goteo de semáforos muy rápidos que te cortan el ritmo de entreno, esta sería la tónica hasta la salida de Zúrich.
Nuestro objetivo era realizar una vuelta completa al recorrido e intentar descifrar el lío de coordenadas que en alemán nos ofrecía la organización, parecía un plano fácil de interpretar pero una vez en el sitio acabas dando vueltas sin saber cómo salir.
Al final acabamos perdidos así que después de hacer unos 60 km de entreno, nos dispusimos a echar fotos y a grabar videos con el móvil, David Tapia grabo uno que parece un anuncio en toda regla, todos acoplados y guardando distancia de competición.
Al regresar a Zúrich nos paramos por la zona de boxes para ver el ambiente que había, ya empezaban a verse bicis y tíos muy finos como dice chico “que pollas aquí los tíos están más finos que el challenger”.
Por la tarde empezó a apoderarse la tranquilidad en la expedición, nos tumbamos en el área de recreo del lago, quizás esta tranquilidad no era más que el augurio de lo que los días posteriores serían, días muy lluviosos.
Al siguiente día (jueves) nos dispusimos a probar los neoprenos en el lago, se hicieron tres grupos, Chico, Juanjo y Juan Carlos, fueron los más rápidos en lanzarse al agua, hicieron unos 45 minutos de agua. Posteriormente David Tapia y yo, nos fuimos para la isla de salida, unos 4 km nadando, percibimos que el agua era densa, muy lenta, cansaba. Estaba llena de algas que muchas de las brazadas acababan en cara. Al llegar pudimos ver el ambiente, el personal entrenaba la entrada en el agua, tras la primera vuelta se sale del agua y se sube y baja por un islote, aquí pudimos ver los triatletas que competirían. El último grupo fue el de Servando y Mariola que nadaron unos 50 minutos.
La tarde fue tranquila hasta que empezó la lluvia, rápidamente tuvimos que tapar las bicis, quitar los avances de las caravanas y recoger la ropa tendida, comenzaba la lluvia, lluvia que todavía no ha terminado y que de alguna manera ha mermado el ánimo del grupo, Gonzalito "el merengon" es el único positivo, nos sube el ánimo con sus risas y sus gracias, cada día lo vemos más triatleta y más merengon, a la voz de Gonzalitooo, Gonzalitooo, sonrie picaramente entendiendo que hay fiesta.
Sobre las 16:00 nos fuimos a recoger los dorsales, Servando lo consiguió, correrá. Pasa la puerta y entregas la licencia, buscan en una mesa donde todos los nombres de los participantes, dorsal y nacionalidad están pegados conformado un mosaico perfecto. Cuando te localizan apuntan en un papel tu Bib number, te dicen Good Luck¡¡¡¡ y pasas a otra mesa donde firmas que te haces responsable de los riesgos para luego entregarte una mochila de regalo lleno de productos, el dorsal y otra vez el Good Luck.
La feria del corredor estaba llena de tiendas, eso sí hipercaras cosa lógica estando en el país que estamos, pese a eso ya le habíamos echado el ojo a algunas cosas.
La noche fue lluviosa, nos fuimos a la cama pronto queríamos aclimatar al cuerpo al gran día, ir a la cama temprano y levantarse temprano.
El viernes se convirtió más triste todavía, lluvia, lluvia y más lluvia, fuimos a comprar algunas cosas a la feria del corredor, barritas Power bar, bidón de Power bar, camisetas, gorras y demás objetos del Merchandising de la Marca IronMan.
La alegría llego a eso de las 20:00, cuando los apañaos hicieron acto de presencia en el centro de operaciones, sus sonrisas, ilusión y las noticias de casa recargaron las pilas del grupo, en definitiva buenas y frescas noticias desde casa. Al final la barbacoa se tuvo que suspender, el tiempo volvió a hacer de las suyas.
Hoy viernes, son las 9:00 a.m, la calle enfrente del camping esta llena de cuirosos viendo como los triatletas ponen a punto sus bicis, estoy escribiendo con la sensación de que mañana será una carrera dura y fría, Chico esta super nervioso ahora mismo en frente de mí con la mirada pérdida, suspirando y diciéndome que escriba que lleva toda la noche en el servicio, bueno el dice que cagando; nos reímos, me pregunta que donde vamos a echarnos la foto, le digo que no se, él me contesta: “En la línea de meta no se piensen que estamos en Carchuna”, nos volvemos a reír, hoy será un día de reflexión para todos, un día de silencios donde cada uno imaginará su carrera perfecta, donde apartará de su mente cada signo de sufrimiento enmascarándolo con imágenes positivas y triunfalistas pero mañana será otra cosa, mañana habrá que luchar para cruzar la meta, para ser un/a FINISHER, como solemos decir en este club, para seguir siendo GENTE CORRIENTE QUE HACE COSAS EXTRAORDINARIAS.
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