Crónica Challenge Barcelona-Maresme 2010 (3,8km natación-180km bici-42,2km carrera)
"Tras unos días asimilando lo conseguido me dispongo a intentar compartir con todos vosotros lo que fue la culminación de un sueño deportivo llevado a la realidad.
Esta aventura comienza hace unos dos años, cuando tras algunos coqueteos con el duatlón, decido que mi regalo de navidad va a ser una bici de carretera, ya sé que suena a carta de niño a SSMM Los Reyes Magos de Oriente, pero así fue.
Tras un año de disfrute y éxito como finisher en distancia medio-ironman (Elche) y doble olímpico (Guadalajara), llega el día de fijar cimientos para construir el sueño, junto a Jose Peinado, amigo y ahora compañero en el Club, decidimos en Diciembre que Barcelona y más concretamente el Challenge Barcelona-Maresme 2010 será nuestro lugar de consagración como finisher en la distancia ironman… o eso pensábamos en ese momento. Las buenas referencias de compañeros que apenas un par de meses atrás habían triunfado en las mismas tierras y la misma batalla, junto con el atractivo de intentarlo en nuestros país (o muy cerquita, mejor dicho) nos lleva a formalizar la inscripción en esta prueba… en esos momentos, mucha ilusión, más ganas y porque no decirlo, algo de cosquilleo en el estomago de lo que nos espera hasta llegar a la fecha.
Los meses entrenando pasan rápido, otra vez finisher en Elche, rebajando en más de 45min mi propia marca del año anterior y una retirada por avería mecánica en Guadalajara, a menos de un mes del gran día, marcan las pruebas de cara a estar fino en Octubre. La retirada en Guadalajara aunque le corta el cuerpo a cualquiera y le da un punto de intranquilidad para la siguiente prueba, sólo hizo que alimentar más las ganas de plantarme delante del agua en Calella.
Y con estas ganas y aún más ilusión partimos el viernes anterior a la prueba tres compañeros, Jesús LoFer, Jose Peinado y un servidor hacia tierras de hierro. Viernes y sábado pasan muy tranquilos y para mí días de ilusión, novedad y de saborear el ambientazo que se respira en todo el pueblo y más aún en la zona de feria, dorsales y boxes. Tras pasar por la feria del corredor, recoger dorsales y cenar en la típica “pasta party”, el sábado entregamos el material al medio día. Impresionante!! El box es literalmente un campo de futbol cubierto de alfombra roja y esta a su vez de preciosidades de dos ruedas. La carpa que nos serviría de zona de transición para dejar las bolsas y cambiarnos, para mí, también tiene un encanto especial, suelo de madera, lámparas altas, bancos entre fila de perchas y un silencio que se puede cortar… sólo roto por las zancadas ruidosas del Marqués quejándose de que correr descalzo por ahí era jodido, os lo prometo si no hizo 4 veces el recorrido de entrada y salida a la carpa para memorizar cada zancada, no lo hizo ninguna vez… me tenia negro!! Jajaja.
Tras la entrega del material llega la retirada a casa y el descanso del guerrero, la tarde pasó tranquila, mega comida de pasta, más pata, sí más, siesta y antes de la cena tempranera unos nos ponemos el Compex y los nervios del Marqués no lo dejan dejar de salir a rodar un ratejo, a su vuelta paseo para comprar algo dulce y estirar las piernas, cena, últimos deseos de apoyo y suerte por parte de mi chica y a la cama.
El día de la prueba empieza pronto, eran las 5:00h de la madrugada cuando suena la primera alarma, sorprendentemente me levanto super despejado, con sensación de descanso y sobre todo con unas ganas de meterme en el agua que ni yo me las podía creer, a estas alturas ya se escapa alguna sonrisa de complicidad de sólo pensar hacia donde te diriges.
A pocos minutos para las 6:00h salimos de casa, aún es noche y caminamos en completo silencio hacia la zona de boxes, por las calles no paran de aparecer más atletas que por su imagen sería imposible no acertar de que modalidad deportiva viven. Al llegar a boxes, repaso a la presión de las ruedas, colocar la comida en la bici, secarla un poco del relentí de la noche y último vistazo a la situación dentro del box. En estos momentos el Marqués nos hace caer en un detalle que no habíamos percatado, en el box puede haber cerca de 700 personas y el silencio es acojonante, sólo se escuchan pedaliers rodar, botes de grasa y bombas metiendo aire, creo que esta es la primera vez de las innumerables ocasiones en las que ese día sentí mi piel de gallina.
Tras pasar por la carpa y revisar de nuevo las bolsas de material es el momento de ponerse el neopreno y dirigirse a la playa, los PROs saldrán a las 7:30h y media hora más tarde será nuestro turno. No esperamos mucho, entramos en la cámara de llamada, últimos abrazos, alguna foto, gracias Mery, y a esperar. Pocos minutos después pasamos a la orilla, el Marqués coge sitio más adelante y Jose y un servidor preferimos ver salir a los más intrépidos y coger nuestro sitio en el grupo tranquilamente. Tras el bocinazo más de 200 tios al agua, corro un poco hasta el agua, veo que se deja de hacer pie pronto y me pongo a nadar de inmediato, los primeros metros no son muy movidos, fácil ver pies y afrontar la primera bolla, aquí vuelvo a sonreir al recordarme a mí mismo que estoy metido en el sector de natación de un ironman, DIOS!!!
La llegada a la primera bolla es muy rápida, sólo 300m para luego coger un largo trayecto de casi 1500m hasta el giro lejano. En este sector me sorprendo al ser capaz de reconocer a Jose nadando a mi lado, me alegro de verlo y seguimos al mismo ritmo unos metros, poco después veo que el va especialmente animado y que se me escapa, tenía muy claro que en todo sector de una prueba de este tipo lo más inteligente era seguir a mi ritmo, escucharme y desechar cualquier intento de adaptarse al ritmo de nadie, posteriormente confirmaría que esta fue la mejor estrategia que podría haber seguido sin duda alguna. La natación se hace larga y la unión de las bollas de carrera con las de costa hace que la mejor opción de avanzar sea confusa, pero bueno todo sea por intentar ahorrar unos metros. Tras el giro lejano el mar deja de estar tan tranquilo como estaba y para mi parecer esto se mueve más de lo que debía, hay cambios de marea que te hacen subir y bajar en pequeños intervalos de tiempo, esto me llevaría a nadar un rato con la sensación de mareo y de estomago algo movidito, no iría a más y aunque me llevó a recordar qué había desayunado, tras girar la última bolla y afrontar el último tramo hacia la orilla se me quitan todas las tonterías, sólo acierto a animarme a mí mismo y a tener una sensación impresionante al verme fuera del primer sector de la carrera.
Al llegar a la orilla salgo del agua esbozando una sonrisa gigantesca, he bajado unos minutos mi estimación de tiempo en el agua y aunque no me lo crea, en pocos minutos estaré pedaleando y restando kilómetros al sector de bici. Recuerdo las palabras de Jesús en la arena, en las que me decía que al terminar cada uno de los sectores disfrutara y pensara que por desgracia ya había terminado de vivir ese sector del ironman.
La transición fue tranquila, nos ofrecen botes de crema solar, cogemos la bolsa roja marcada con la palabra “bike”, nos disfrazamos de ciclistas y dejamos todo el material del agua en la misma bolsa y de vuelta a la percha. En los momentos previos había pensado en llevar las zapatillas en la mano, hasta llegar a la bici y a allí ponérmelas, pero en ese momento me doy cuenta de que todo el suelo está bastante mojado y que cruzar la carpa descalzo sólo me llevaría a mojar los calcetines y que se me pegases bastante mijillas hasta llegar a la bici, así que me las calzo, cojo un botellín de agua a la salida de la carpa y corro hasta recoger mi bici.
La salida del pueblo está repleta de badenes que te hacen ir con mucho mucho cuidado, aprovecho que no se va muy rápido para ir comiendo medio sándwich. La bici serán 2 vueltas largas para completar 138km y una corta que nos llevará de vuelta al box. En cada vuelta me cruzo con Jesús y Jose y no dudo en gritarles para que me vean y así soltar un poco de adrenalina, disfruto mucho, muchísimo, consigo ir acoplado bastante tiempo y manteniendo una media de 30km/h a la vez que me siento muy bien encima de la bici, cada vez que me daban ganas de apretar los dientes yo mismo me convencía de lo que vendría después y sobre todo recordaba las palabras de Juanjo en las que me decía que ganar media hora en la bici te podía llevar a perder más del doble en la carrera.
Durante todo el tiempo, no pienso en lo que me queda como totalidad, sino que solo me marco objetivos de llegar a los siguientes puntos de referencia, salida del pueblo, rotonda de vuelta corta, final de la vuelta, etc… Esto no quita que sobre el km 100 tu cuerpo empiece a recordarte que tiene cuello y espalda, lo que me hace ir menos tiempo acoplado pero aún así aguantar la media de velocidad, lo que me llevaría a terminar la bici muy cercano a las 6h y llevarme la segunda alegría del día en cuanto a mis previsiones. Durante todo el sector no dejo de comer cada 30min como mínimo y de beber continuamente, los avituallamientos son muy completos y los voluntarios se afanan en que puedas coger de todo sin bajar nada tu ritmo. En cada vuelta disfruto muchísimo del retorno a Calella, hay un par de subidas preciosas pegadas a la costa, con bastante vegetación y en la entrada al pueblo se aglomera la gran cantidad de familiares y público. Cada vez que paso por este punto no dudo en alentar al público y de paso soltar un poco de adrenalina y compartir la alegría que llevaba en el cuerpo y lo feliz que era de completar cada kilometro.
La ventaja de los circuitos de este tipo, en los que se dan varias vueltas, es que no paras de cruzarte con tus compañeros, lo cual en este caso me servía para comprobar lo fuerte que iba el Marqués, increíble tras el Septiembre que firmó el animal, y además, que o Jose me había sacado en el agua más de lo que yo pensaba o que el cabrón había entrenado en secreto mucho más de lo que nos había contado.
No pincho, no noto ni lo más mínimo extraño en la bici y poco a poco me acerco al punto de no retorno, ese en el que empezaré a correr y ya no dependeré ni de que el agua esté movida, ni de que la rueda me falle, ni de nada de nada, sólo dependeré de mis piernas.
La segunda transición la vuelvo a hacer tranquilo, a la entrada del box ya se veía gente corriendo y mucho ambiente. Me vuelvo a cambiar de calcetines, cojo visera y otro sándwich que tenia para este sector y mientras, recibo el detallazo de los voluntarios de ponerme crema solar e incluso masajear mi cuello mientras yo me aseguro de que los calcetines están en su sitio.
La maratón fue increíble, a tope de gente en muchos puntos del circuito, buen tiempo, algo de calor, y nada más comenzar un dolor de pies inhumano. En cada zancada noto un pinchazo muy doloroso en toda la parte externa de la planta, pero me digo que eso se pasa seguro en breve y que de primeras tengo que aprovechar para correr sin pararme todo lo que pueda, ya habrá momento de andar y pasear jeje.
En mi primera vuelta intento coger referencias, voy pensando y convenciéndome a mí mismo que la vuelta es de 5km, cuando en verdad es de justo el doble y voy muy atento a ver si me cruzo con Jesús, que debería ir muy delante de mí o con Jose, que no tenía ni idea de cuanto me llevaba, pero sabía que mínimo un par de kilómetros.
Soy capaz de correr hasta el km 16 practicamente sin pararme, voy a buen ritmo y me siento fuerte, ya no puedo evitar pensar en mi chica, en todos los entrenos de los últimos 6 meses, en los ratos geniales encima de la bici, corriendo o en las cervezas de después y en que o mucho se tuerce la cosa o tengo cada vez más opciones de coronarme como finisher.
Cerca del punto de retorno de la vuelta, me cruzo con Jesús y no pude aguantarme echarme las manos a la cabeza y gritarle que no me podía creer que ya estuviésemos en la maratón, DIOS!!! Menudo subidón, vello de punta, sonrisa y a disfrutar de las sensaciones. Poco después veo a Jose, como es normal llevamos una vuelta menos que Jesús, Jose va andando, lo animo y me grita que lo pille para seguir juntos, pero sé que no debo cebarme en nada y que si mi ritmo me lleva a pillarlo bien, sino mi único objetivo es ser finisher, aunque muchos penséis lo contrario, cabrones!!
Como en todos los avituallamientos mínimo medio plátano y un pequeño baso de Coca-Cola y en uno de estos parones para comer y beber, llega mi primer momento duro de flaqueza en la carrera… las piernas las llevo bien, ya no me duelen los pies y aunque se me han mojado y noto como se forma un pequeño pliegue que acabará en gran ampolla, esto no es gran problema, pero mi estomago si empieza a serlo, tengo la sensación de haberme pasado bebiendo en el último, pesadez, malestar y bajonazo del 15 que me obliga a andar un buen rato y a limitarme, en los próximos dos puntos de hidratación, a echarme el agua por la cabeza y beber la mínima.
Al poco noto que me encuentro mucho mejor, intento volver a correr y en cuanto puedo me meto un gel en el cuerpo, esto me lleva a la mitad de la segunda vuelta, aquí me vuelvo a cruzar con Jesús que me dice que me ve fuerte y que tengo a Jose cerca, que siga así, le grito que en ese momento mi única lucha era contra esa vuelta de 10km y así lo hago. Justo antes de llegar al último avituallamiento pillo a Jose, decido coger algo de comer y beber y andar un poco con él mientras aprovecho para comer algo más tranquilo. Me dice que va roto de estomago y que no piensa correr hasta el 30, lo animo un poco, charlamos y cerca de meta arrancamos a correr, pasamos por línea de meta, gran idea la de pasar por aquí en cada vuelta, todo está lleno de público y el subidón ayuda a por lo menos esos 500m hacerlos más fuertes, al salir de línea de meta Jose se queda me dice que no puede seguir corriendo y que prefiere caminar, consigo que vuelva a intentarlo pero definitivamente se queda, yo ya llevo las piernas tocadas, es el km 22 y noto que si sigo andando voy a empezar a tener calambres seguro, así que decido continuar. Desde aquí hasta el final para mí fue el momento más bonito de la carrera, iba alternando andar un poquito con correr un poco más y viendo que me comía kms que me veía cerca de la última vuelta y que no paraban de venir a mi cabeza las personas que más me habían apoyado, habían confiando en mí y sobre todo mi chica que por problemas laborales se quedó con todas las ganas del mundo de vivir todo esto conmigo.
Cada vez que paso por meta, la lio, está feo que lo diga pero así fue, me da por gritarle a los dos lados que hay de gradas, pedir sus ánimos y pasar como si las piernas estuvieran nuevas por esos 250m escasos de alfombra roja.
Llega la última vuelta, soy consciente de que es más de una hora y de que está anocheciendo pero como hice todo el día, pienso en objetivos cercanos, hablo con todo el que me mantiene el ritmo o yo a él y sólo pienso como será eso de pisar alfombra para entrar en meta. Me cruzo con Jesús, va roto, la carica que lleva no es normal, pero el cabrón no baja el ritmo.
Por fin giro la esquina y estoy cerca de meta, nuevo paso por el lateral del box y afrontamos meta, estos metros son indescriptibles, vas sobre nubes, ya no corres, vuelas, no quieres bajar el ritmo del subidón que llevas y a la vez no quieres que todo esto se acabe, es increíble, vuelvo a animar al público y ya no paro de gritar, de saltar, de soltar adrenalina, justo antes de entrar en meta miro el reloj y me grito a mi mismo que ya sí que soy ironman, me giro sobre mi mismo aplaudo al público, esto se lo he visto a todos los grandes de nuestro país cuando consiguen uno de sus innumerables éxitos en este deporte, y entro en meta, brazos arriba, dedicatoria para lo que más quiero y parada de 5 segundos para salir en las fotos, que luego a todos nos gusta salir bien no?? Pero lo mejor está por llegar, nada más bajar la rampa escucho mi nombre, no puede ser de otra forma, tras la valla, Jesús, GRACIAS POR TODO CRACK!!, ya voy super emocionado al borde de las lágrimas y lo último que me esperaba era que me tuviera a mi chica al teléfono, DIOS!! Ahí empiezo a llorar como un niño, casi no puedo hablar con Sabina, le doy las gracias le digo que ya soy finisher, que lo he conseguido, que parte de ese éxito es suyo, no se cree que acabe de cruzar la línea de meta, le digo que ya hablaremos más tranquilos en un rato y me abrazo al Marqués, pedazo momento cojones, lo tengo grabado a fuego, desde ese día no ha habido uno que no me haya recordado a mi chica al teléfono y el detallazo de Jesús, me dice que menudo tiempazo que me he salido, pero que le voy a decir, ya está comido, bebido y vestido de limpio, jajaja, lleva casi 2 horas esperándome.
Sigo por línea de meta, me ponen la preciada medalla, nos hacemos algunas fotos juntos y pasamos a comer algo y reponer.
Lo he conseguido, sí, he pasado un día genial, para mí casi inmejorable, me faltabas tú y lo sabes, pero lo que se puede decir la carrera perfecta… o casi.
Sin entrar en tópicos, durante la carrera me acordé de las innumerables salidas de Club, los viernes para soltar piernas desde la panadería, los sábados que aguantó Sabina en los que llegaba a casa siempre 5min después de lo prometido, de los madrugones, de Elche, de Juanjo, del apoyo de los amigos desde tan lejos los días de antes, del día que compré la bici, de que sería finisher, de mis padres que siempre me decían que si me cansaba que parase y de tantas y tantas cosas que te pasan en 6 meses casi dedicados a “estrenar” este día, porque yo sí que los he vivido, sí que los he disfrutado, para mí el ironman no ha durado 12h sino 6meses y 12h.
Para todos y cada uno de los que alguna vez me habéis oído hablar de esta prueba, para mi gente (sabéis quien sois), para mis dos compañeros de viaje, para mis padres que gracias a ellos soy quien soy y sobre todo para mi chica, Sabina, que es la mujer que más ha escuchado hablar de ironman en el mundo, para todos vosotros un trocito de esta medalla y esta camiseta de finisher es vuestro. GRACIAS de CORAZÓN!!
El ironman es una jodida locura… bendita locura!!
Ah! Por cierto se me olvidaba: HAY QUE ESTRENAR!! VAMOOOSSS!!"
2 comentarios:
Enhorabuena David por tu debut en la larga distancia y por la marca que tuviste. No sé si te dedicarás profesionalmente al triatlón pero a lo que seguro que te puedes dedicar es a la narración. Magnífica tu crónica de la carrera, detallada y vibrante desde el primer hasta el último momento. Ha sido emocionante a cada línea y se nota que has disfrutado todo lo vivido. Y como bien dices, no sólo de la carrera sino también de tus entrenamientos.
Enhorabena de nuevo. Pronto conincidiremos en el club y en los triatlones.
Un saludo.
Enhorabuena David, al leer la crónica se me ha puesto el vello de gallina. No creo que alguna vez pueda prepararme un ironman, pero desde luego que solo con leer las crónicas me emociono..., así que sentirlo tiene que ser la leche!!!.
Marina.
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